Este blog propone dar acceso a recursos para el alumno (apuntes, ejercicios, imágenes, vídeo, páginas web, etc.),establecer aclaraciones, comentarios, ampliaciones, etc. de lo tratado en la clase y dar a conocer ideas u opiniones, trabajos ,proyectos, exposiciones de los alumnos del Colegio del Divino Redentor.
Debido a las condiciones ambientales que impiden el normal dictado de clases presenciales, se propone la siguiente actividad de lectura para que los alumnos puedan continuar aprendiendo desde sus hogares.
En esta oportunidad, deberán leer el texto "Historia de las estructuras" y luego responder 10 preguntas que los ayudarán a comprender cómo evolucionaron las formas de construir a lo largo del tiempo, desde las primeras chozas hasta las modernas estructuras metálicas y colgantes.
Esta actividad tiene como objetivo fortalecer los contenidos trabajados en clase y reflexionar sobre la relación entre los avances técnicos y las necesidades humanas a lo largo de la historia. Las respuestas deben ser redactadas con frases completas y basadas en la lectura.
La actividad es obligatoria y deberá entregarse en la siguiente clase presencial.
"Las estructuras son sistemas que de forma estable soportan
pesos y fuerzas en una posición determinada. Pueden ser una creación humana,
pero están también presentes en la naturaleza. Por ejemplo, una persona, para
descansar, se sienta en una silla; ésta tendrá que soportar su peso sin
romperse, por lo que la silla es una estructura. La carrocería de un coche, la
estructura de una casa, una mesa, una grúa, un puente, unas estanterías,...
Todas ellas son estructuras creadas artificialmente. También la naturaleza crea
las suyas: un árbol, una montaña, una cueva, el esqueleto de los animales, los caparazones,…"
La definición anterior vale para muchas cosas, algunas de la cuales no tienen que ver con nuestro tema: la estructura de capítulos de un libro, la organización de un aula, etc.…
Para el tema que nos ocupa, las estructuras que nos interesan son las que tienen como misión resistir las fuerzas físicas a las que están sometidas.
Todos los cuerpos poseen algún tipo de estructura, también las que encontramos en la naturaleza. También el ser humano dispone de la estructura ósea para que su cuerpo se mantenga y funcione. Son las estructuras naturales: el tronco de un árbol, las conchas de los moluscos, una montaña, una cueva, las estalactitas y estalagmitas,…
Pero además de las estructuras naturales, la humanidad desde sus orígenes ha creado estructuras artificiales para satisfacer sus necesidades. Son las que vamos a estudiar en este tema.
Hablaremos de una estructura cuando se cumplan las siguientes condiciones:
Que esté formada por un conjunto de elementos simples unidos entre sí.
Que resista las fuerzas a las que está sometido sin destruirse.
Que conserve básicamente su forma bajo la acción de esas fuerzas.
Redefiniendo de nuevo el concepto de estructura, de acuerdo con el tema podemos decir entonces que:
Al conjunto de fuerzas que actúan sobre la estructura se les denomina carga o acciones. La estructura, según el principio físico de acción y reacción, para mantenerse en equilibrio con las fuerzas que actúan sobre ella tiene que contraponer otras fuerzas iguales y de sentido contrario. Al conjunto de fuerzas con las que la estructura reacciona ante las cargas se las denomina reacciones. Las fuerzas de reacción se ejercen en los puntos por donde la estructura está sujeta, o bien por donde se unen los diferentes elementos de la misma. A estos puntos de unión se les denomina apoyos, y a las fuerzas de reacción se les suele denominar también coacciones.
En la siguiente tabla puedes ver de forma resumida cuales son las misiones o características que le encomendamos a una estructura:
Los objetos que nos rodean están fabricados para satisfacer
las necesidades del ser humano y mejorar su calidad de
vida: ropa, electrodomésticos, transportes, casas, teléfonos, ordenadores,…
Estos objetos se fabrican con una gran variedad de materiales cuya
elección es fundamental si queremos que nuestro producto final
cumpla su cometido.
Los materiales constituyen cualquier producto de uso
cotidiano y desde el origen de los tiempos han sido utilizados por el hombre
para mejorar su nivel de vida.
Al principio, éstos se encontraban espontáneamente en la
naturaleza: la madera, la piedra, el hueso, el cuerno o la piel. Más tarde se
empezaron a emplear otros materiales más elaborados como la arcilla, la lana o
las fibras vegetales, para llegar más tarde al empleo de los metales y las
aleaciones y terminando, con la revolución industrial, con el auge del uso del
acero por encima de todos los demás materiales.
Se tiene que tener la mayor información posible para que
cuando debamos optar por un material, para fabricar un objeto, un útil, o una
máquina, la elección sea acertada, reuniendo el material todas las
características que precise.
La obtención de nuevos materiales y los procesos productivos
para su transformación en productos finales es un fin de la tecnología. Para
ello es necesario conocer sus orígenes, propiedades, características y
comportamiento ante los distintos tipos de requerimientos.
Se han desarrollado innumerables materiales diferentes con
características muy especiales para satisfacer necesidades muy concretas de
nuestra compleja sociedad, metales, plásticos, vidrios y fibras. Actualmente
los adelantos electrónicos más sofisticados se basan en el uso de
semiconductores. Por eso, es importante conocer los tipos de materiales que
podemos encontrar; sus características; saber elegir los que mejor se adapten a
nuestro objeto y al sistema de fabricación que vamos a emplear; así como
valorar las ventajas e inconvenientes de cada uno.
Un proceso productivo es un conjunto de elementos, personas, y acciones, que transforman materiales y/o brindan servicios de cualquier índole. Es por ello, que resulta muy importante dominar el proceso a partir de sus componentes. El no hacerlo, puede significar que el resultado final no es el deseado, con el consiguiente derroche de materiales, energía, tiempo, y por sobre todo con la insatisfacción del cliente de dicho proceso. Resulta absurdo pensar en un arranque de proceso sin la previa validación del mismo, con la consiguiente comprobación del estado de las cosas, de manera de asegurar que el producto final sea el que se busca, optimizando recursos y disminuyendo costos innecesarios. La Revolución Industrial fue, seguramente, uno de los hechos que más influyó en los manejos productivos de todo el mundo ya que marcó un antes y un después no sólo en la forma en la que se desarrollaría la producción sino también en los estratos sociales. La Revolución Industrial provocó cambios rotundos en la sociedad que afectaron considerablemente su economía. Dichas modificaciones tuvieron que ver con la inserción de estructuras automáticas que provocaron que la región pasara de tener una producción agrícola tradicional a una mecanizada. Es necesario señalar, que rápidamente la revolución industrial alcanzó a otros países, haciéndolos crecer rotundamente y colaborando con la estructura económica de los mismos; en esta segunda fase se vieron más firmemente los cambios que este movimiento trajo a los tipos y modos de producción. Cabe mencionar que el trabajo se trasladó del campo a la ciudad, al crearse métodos manufacturados de trabajo y nuevos servicios que hicieron que creciera la cantidad de ofertas laborales en las grandes urbes y muchas personas se trasladaran de las regiones más desérticas a la ciudad para mejorar sus condiciones de vida.
Hace algunos años, no muchos, digamos unos 5 millones de
años, el hombre tenía todo su cuerpo cubierto de pelo. Luego lo perdió (aunque
no en todos los casos...) pero de todas formas, el hombre encontró la forma de
cubrir sus necesidades y para evitar el frío se cubría con pieles de los
animales que cazaba para comer.
Después, descubrió que las fibras vegetales le podían dar
abrigo e inventó la ropa. Se cansó de andar descalzo e inventó los zapatos, se
cansó de gritar e inventó el teléfono, se cansó de quemarse los dedos (y las
pestañas) con velas e inventó la luz eléctrica, se cansó de contar a mano e
invento la calculadora, y el ordenador...
Como sabemos, la tecnología fabrica objetos para
mejorar nuestra calidad de vida en todos los aspectos. Y es más, estas
innovaciones tecnológicas parecen surgir a un ritmo muy alto, piensa si no en
que rápido se quedará tu computadora o celulares obsoletos cuando sólo pasen
meses.
Los productos tecnológicos son objetos que facilitan
nuestra vida o que la mejoran notablemente.
Podríamos pensar que los primeros fueron la radio, el
fonógrafo ,la lámpara incandescente, artefactos eléctricos y complejos o
sofisticados en general, como los actuales.
Pero también podríamos pensar que los primeros productos
tecnológicos de la historia de la humanidad
fueron la rueda, la punta de lanza o el proceso de
generación de fuego.
Por lo tanto, los productos tecnológicos son aquellos que
han sido diseñados para mejorar la vida y
Sobre tecnología escuchamos hablar casi a diario. A diferencia del concepto de ciencia, la tecnología parecería estar más cercana a nosotros, porque reconocemos que vivimos inmersos en ella permanentemente. Incluso la vemos en espacios nuevos que nos toca recorrer, agilizando los procesos y acortando los tiempos. Y también tenemos noticias de ella cuando se le adjudica la culpa de la distancia entre la gente, su despersonalización y sus efectos no deseables sobre la vida y el medio ambiente. En fin, sabemos de muchos usos de la tecnología: cura pero también mata, educa pero también empobrece el pensamiento, agiliza o complica nuestra vida, acerca y aleja a las personas… Parecería ser que hay posturas tecnofílicas y tecnofóbicas entre las que nos debatimos, al tiempo que vivimos con ella. Esto no es nuevo, porque hay tecnología desde el momento en que el primer homínido tomó un trozo de madera entre sus manos, y lo usó para defender a sus hijos de las bestias o para matar a un vecino para quedarse con sus recursos. Ese pedazo de madera ya era tecnología.